Agosto es el “mes de la nostalgia” y los uruguayos nos ponemos en clima escuchando temas viejos que suenan por estos días en todos lados. Nos subimos a un ómnibus y suenan los BeeGees, vamos a una fiesta y bailamos Thriller, de Michael Jackson, aunque no sepamos el pasito, nos juntamos con amigos y suena Bicho Bicho o Mayonesa.
El sentimiento se traslada a todo el mes, aunque es el 24 de agosto, como todos los años, que se celebra en Uruguay la Noche de la Nostalgia, también conocida como la Noche de los recuerdos.
Pero no solo queremos “nostalgiar” con la música: hablemos de esos sabores que nos transportan a la niñez y nos hacen poner la piel de gallina cada vez que los recordamos.
¿Por qué sucede eso?
La psicóloga Julia Alderette nos explica que los aromas “pueden despertar un montón de recuerdos, lo que lleva a la capacidad de reproducir sensaciones que contienen esa mezcla de sensibilidad y tristeza a la que llamamos nostalgia”.
Y esto se debe a que “el bulbo olfatorio, que es una región del sistema nervioso central que procesa la información sensorial procedente de la nariz, forma parte del sistema límbico” y este sistema “es un área estrechamente asociada con la memoria y las emociones, por tal razón los olores pueden evocar recuerdos”.
Es así que un olor determinado nos puede hacer recordar un momento en la infancia y con solo cerrar los ojos revivirlo con la carga afectiva correspondiente, trayéndonos cierto dejo de nostalgia, agrega Alderette.
Y detalla que a lo largo de nuestra vida va quedando almacenado en el cerebro todo lo que percibimos a través de nuestros sentidos: “Por eso es que experimentaremos momentos en los que un estímulo externo y nuestra ´base de datos ´concuerden y es allí donde se ponen en juego nuestros recuerdos y emociones”.
Acá van, algunos de esos sabores o aromas que nos remontan a la infancia y nos hacen poner la piel de gallina:
Tico Tico
“Hace poco los vi en el super y se me puso la piel de gallina. Me llevaron directo a mi niñez, cuando mi abuela Velhia me compraba los paquetitos, que en aquella época me parecían gigantes. Me acuerdo el olorcito que salía al abrir la bolsa y que yo elegía qué colores comer primero y qué otros dejar para después”. Rosana
Pan con manteca y azúcar
“¡A mí me da nostalgia comer pan con manteca y azúcar! Me recuerda a cuando era niña! Ahora no como ni loca salgo rodando jajaja”. Natalie
«El pan con manteca y azúcar me traslada a mi infancia, con mis abuelos y mis tíos en Melo». Soledad
Los alfajores de maicena de la abuela
“Los alfajores de maicena me dan nostalgia de cuando los hacía mi abuela Elsa, que era uhhh y organizaba meriendas compartidas después de las misas. Y no hay ninguno tan rico como el de ella”. Emilia
Canicas
“Extraño las canicas, las amaba. Siempre que volvía de la escuela mi madre me compraba un paquetito. ¡Nunca encontré nada como ellas!”. Lorena
Un tuco con secretos
“De mi abuela Titina agarré el gusto por la cocina. Mi gran objetivo, que no he cumplido pero estoy cerca, es recrear sus tucos de carne. Ella no le dejo a nadie la receta, mi tía y mi madre no lo han logrado tampoco y creo que la que está más cerca de recrearlo soy yo…porque descubrí un ingrediente que seguro le ponía y las demás no se dieron cuenta nunca: albahaca”. Emilia
Zabala, María, Bidú, Citral y Urreta
«Me da nostalgia comer galletitas María y caramelos Zabala. Me da nostalgia acordarme de la Bidú, Citral y Urreta». Silvana
Pastelitos de membrillo
“Me da nostalgia comer pastelitos de dulce de membrillo, porque me los hacía mi abuela todos los viernes para la merienda al volver de la escuela. Así comenzaba feliz el fin de semana”. Rosario
Chicharrones
«¡Los chicharrones con pan me dan nostalgia!». Natalia
¿Y a ustedes? ¿Qué les da nostalgia?
¡Cuenten!
Texto: Rosana D.
Loca por los platos 
Los helados Bum! que era jugo en un plastico (un asco) pero en la infancia eran lo mejor jaja
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